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MANTENERSE HIDRATADO EN DIAS CALUROSOS

Combate el calor con una buena hidratación

Estamos en pleno verano, y en muchos lugares los termómetros se disparan. Uno de los problemas asociados a las olas de calor y temperaturas excesivas es el riesgo real de deshidratación. Beber abundante líquido, en especial agua, es la mejor forma de prevenir problemas.

¿Hace calor? Bebe más

Estar bien hidratado es fundamental para afrontar los rigores de la canícula. Con el calor, se suda más, y nuestro organismo pierde mucha agua tratando de mantenerse temperado a través de la transpiración. El resultado es que hay que beber más para evitar la deshidratación, que puede tener graves efectos en nuestra salud.

Diversos organismos sanitarios, como la Sociedad Española de Cardiología o la Fundación Española del Corazón alertan de la importancia de mantener una buena hidratación, especialmente durante los días de calor extremo. Las altas temperaturas favorecen la aparición de deshidratación y tienen graves consecuencias sobre nuestra salud.

Los líquidos son muy importantes a cualquier edad, pero especialmente en niños y ancianos.

  • En los niños necesitan más agua en su organismo, el 65% de su peso total. Además, el mecanismo de la sed no está tan desarrollado como en los adultos. Y jugando y moviéndose, necesitan beber para mantener líquidos en su organismo, especialmente en verano.
  • Y con la edad se pierde la sensación de sed y las reservas de líquido en el cuerpo disminuyen. Todo ello contribuye a que el riesgo de deshidratación se acreciente
  • Las personas con insuficiencia cardíaca y algunas otras enfermedades crónicas no deben hacer ejercicio al aire libre en condiciones de mucho calor y humedad, porque su corazón tiene una menor capacidad de reserva para eliminar el calor del cuerpo y puede sobrecargarse.
  • Según la Fundación Española del Corazón, la causa más habitual de la deshidratación en jóvenes y adultos es la pérdida por sudoración provocada por el calor y el ejercicio físico. Cuando aumenta la temperatura, estas pérdidas aumentan, y hay que compensar con una mayor ingesta de agua o líquidos.

Por tanto, el mejor remedio es beber y además en abundancia: como mínimo un litro y medio diario. Pero, ¿beber qué? Para reponer líquidos lo mejor es el agua, pero hay personas a quienes no les gusta, y prefieren algo que tenga un poco de sabor...

 

¿Qué debo beber?

Según la pirámide de la hidratación, al cabo del día habría que beber unos 10 vasos de agua de los siguientes líquidos.

El agua es la base

El agua mineral, el agua de manantial o el agua de grifo de bajo contenido salino deben ser nuestro prinicpal aporte de líquidos.

Agua del grifo o mineral

Bebidas sin azúcar

Las aguas con mayor contenido salino (aguas minerales con gas, por ejemplo), la bebidas refrescantes sin azúcar o sin calorías, el café, el u otras infusiones sin azúcar también pueden beberse a diario.

Infusiones sin azúcar

También son útiles para hidratarse otros líquidos, bebidas que tienen aportes energéticos o nutricionales:

  • Zumos naturales de frutas y verduras
  • Sopas y caldos...
  • Leche o productos lácteos líquidos bajos en grasa, sin azúcar
  • Té, café o infusiones con azúcar
  • Bebidas para deportistas
Zumos

No para beber a diario

Los refrescos, carbonatados o no, endulzados con azúcar o fructosa no son líquidos que haya que consumir a diario para asegurar la hidratación, aunque sí están en la cúspide de la pirámide de la hidratación saludable, con un consumo semanal.

Las bebidas alcohólicas de baja graduación (vino, cerveza), no son útiles para la correcta hidratación, si bien un consumo moderado puede tener algunos beneficios en adultos sanos.

Refrescos

El decálogo de la buena hidratación

Si quieres estar bien hidratado, debes beber el equivalente a 10 vasos de líquidos al día. Para lograrlo:

  • Consume líquidos en cada comida, y también entre horas.
  • No esperes a tener sensación de sed para beber.
  • Bebe principalmente agua: prefiérela antes que otras bebidas.
  • Aumenta el consumo de frutas y verduras: son alimentos muy ricos en agua, que también contribuyen a hidratar el organismo.
  • Manten las bebidas a temperatura moderada.
  • Vigila a los niños y ancianos de tu entorno: asegúrate de que beben suficiente cantidad de líquido.
  • Elige las bebidas más adecuadas según la actividad física, el estilo de vida, las circunstancias...
  • Bebe más líquidos en ambientes calurosos y antes, durante y después del ejercicio.
  • El consumo de refrescos debe ser moderado, pues aportan calorías vacías.
  • ¿Controlas tu peso y consumes bebidas light? No es recomendable abusar de los edulcorantes que contienen los refrescos sin azúcar
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