Durante la temporada de lluvias, el fenómeno de alternancia de calor y lluvias, suele ser una mala combinación para la salud, ya que nos pone al alcance de virus, bacterias y parásitos que se aprovechan de los cambios climáticos, y de algunos descuidos personales.

Es en esta temporada cuando más microorganismos se reproducen, ya que existe una mayor contaminación por la basura esparcida por las lluvias y por el agua contaminada que se acumula, lo que provoca que el ambiente se vuelva propicio para el desarrollo de enfermedades respiratorias.
Cuidados básicos

Protege a tus hijos de los cambios bruscos de temperatura para prevenir que se enfermen de las vías respiratorias, ya que estas causan alrededor del 30 por ciento de las ausencias tanto en centros escolares como guarderías y ocupan el lugar 10 de consulta médica.

Quienes más pueden resentir los cambios bruscos de temperatura son los niños con asma, padecimiento de origen multifactorial, que hoy en día es la enfermedad pulmonar crónica más frecuente en la población pediátrica y la que provoca el mayor ausentismo escolar.

Otra enfermedad alérgica que suele presentarse en esta temporada de lluvias es la rinitis, que afecta principalmente a niños, y que se caracteriza por la inflamación de la mucosa de la nariz, estornudos y escurrimiento de nasal, por lo que se trata como un problema de resfriado.

¿Cómo tratar estos padecimientos? 

Hoy en día existen diversas alternativas dirigidas principalmente a evitar el contacto con el agente causal, así como tratamientos farmacológicos que ayudan a disminuir la inflamación y controlar los síntomas por largos periodos, ya que por desgracia las enfermedades alérgicas no se curan.

Pero sin lugar a dudas lo mejor que se puede hacer es acudir al médico, para recibir el tratamiento adecuado y sobre todo, evitar automedicarse, ya que de hacerlo, retrasa y complica los padecimientos que tratados de manera individual pueden controlarse sin afectar la calidad de vida del paciente.